
Una alimentación equilibrada y nutritiva, que proporcione los alimentos necesarios para garantizar un buen estado de salud general, es fundamental también para mantener la cavidad oral en buenas condiciones. La relación entre alimentación y salud ya nadie se atreve a cuestionarla.
Una nutrición adecuada permite:
Aportar los nutrientes necesarios para permitir la formación, el crecimiento y la reparación de las estructuras corporales, entre éstas, dientes, encías y mucosas
Obtener la energía necesaria para el mantener las funciones del organismo
Reducir el riesgo de determinadas enfermedades
Subministrar las sustancias requeridas para regular los procesos metabólicos
Como destaca la Organización Mundial de la Salud, una dieta saludable ayuda a protegerse de la malnutrición en todas sus formas, así como de distintas enfermedades no transmisibles y de diferentes afecciones.
La caries es una de las patologías orales más frecuentes vinculadas a una ingesta inapropiada de alimentos. De manera recíproca, una salivación deficiente o una mala mordida, por pérdida de dientes, por prótesis mal ajustadas o por problemas temporomandibulares, pueden llevar a un estado nutricional deficiente.
Para evitar complicaciones e impedir que la alimentación afecte a la salud oral, deberán tomarse las siguientes medidas:
Mantener una dieta equilibradaNo abusar de las comidas y las bebidas azucaradas
Limitar las comidas entre horas
Cepillarse los dientes después de cada comida
Usar un dentífrico fluorado y un colutorio adecuado
Pasarse la seda dental
Acudir regularmente al odontólogo
Las frutas y verduras, los productos lácteos, el agua fluorada o el té son algunos de los alimentos que nunca deberían faltar en una alimentación adecuada. Los dulces, los refrescos, los azúcares refinados y los alimentos ácidos, ¡cuánto más lejos, mejor!
Fuente: Blog Salud Bucal
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